¡Apoyemos todo pacifismo!

El día miércoles 8 de julio se realizó el Coloquio “Los Conflictos, el Derecho y la Paz” en la Casa Central de la PUCV. ¡Estuvo buenísimo! y me quedé pensando en las palabras del profesor Agustín Squella, que se adhiere a una propuesta de pacifismo, ideada por Norberto Bobbio, que apuesta al desarrollo del Derecho Internacional y a la creación de un organismo jurisdiccional mundial que expropie el uso de la fuerza a los estados nacionales, como la forma posible de llegar a la paz mundial.

Squella se manifiesta a favor de esta postura pues el mismo Bobbio distingue tres tipos de pacifismo: el instrumental, que se preocupa de eliminar o reducir lo más posible los instrumentos de las guerras, o sea las armas, abogando por un severo control de ellas; un segundo pacifismo es el ideológico, donde se apela a la templanza de los hombres desde prédicas éticas o religiosas para que controlen su voluntad y no produzcan guerras; y además tenemos el ya mencionado pacifismo institucional, que aboga por una institucionalidad mundial que permita la paz, replicando el proceso ocurrido en los estados nacionales, en donde las personas renuncian al uso de la fuerza y éste recae legítimamente sólo en el Estado en ciertas y precisas circunstancias, lo que nos da una situación de paz relativa siempre mejor que la guerra de todos contra todos o la imposición brutal de un tirano, pero ahora aplicado a nivel mundial con los mismos estados nacionales renunciando a ejercer la fuerza en el plano internacional.

Ya podrán sospechar que Agustín Squella aún con firmes convicciones pacifistas no es muy optimista al respecto. Claro que tiene razones para ello. Sobre todo cuando vemos que en el país donde se cometen más asesinatos por armas de fuego, Estados Unidos, existe una clara garantía constitucional de tener y portar armas, además de una producción industrial enorme de armamentos y una política de defensa que gasta millones en armarse. Y aún más cuando sabemos, porque lo dijo explícitamente en una entrevista, que el presidente de ese país “escuchó que Dios le habló” y lo sacó de la taberna en Texas donde pasaba sus días, le indicó que debía convertirse en la máxima autoridad del país y salir a defender la libertad y la democracia en el mundo invadiendo Afganistán e Irak mediante guerras que después de años de estarse realizando han cobrado la vida a miles de personas. Así parece que estamos lejos de reducir las armas y de que las prédicas religiosas nos lleven a la paz, especialmente cuando en nombre de Dios se han perpetrado los más terribles crímenes, que en todo caso están más cerca de usar a Dios como excusa para ocultar oscuros intereses económicos y geopolíticos, que de andar matando gente por el mundo para la Gloria de Él. Claramente Squella tiene razones para confiar en que a largo plazo el derecho internacional irá estableciendo reglas claras y paz en el mundo, y que esa es la vía más confiable para establecer la paz.

Pero uno perfectamente puede ser más optimista que Squella, y si mira el mundo va teniendo razones para ello, como el muy reciente acuerdo entre Rusia y EE.UU. para reducir sus arsenales nucleares, o el también reciente anuncio del Consejo de Imanes de Togo de apoyar la paz, además de los avances en derecho internacional que él mismo apoya. En definitiva, parece que la mejor opción es apoyar todo pacifismo, pues todos están dando pasos importantes en el mundo a favor de la paz, y claramente son los tres necesarios, pues por mucho derecho internacional que tengamos, si a la vez hay millones de armas y las personas no creen en la paz desde un convicción profunda, no vamos a lograr mucho.

Y lo más interesante es que apoyar a los tres pacifismos es totalmente posible, y ahora ya. Y eso es así porque la Marcha Mundial por la Paz y la No-Violencia que se está desarrollando en todo el mundo al apoyar la concientización masiva respecto de la necesidad de acabar con las guerras y la violencia, al exigir el fin de las armas nucleares y la reducción drástica, progresiva y proporcional del armamento convencional, y al fomentar la renuncia constitucional de los países a usar la guerra como método de resolución de conflictos y la elaboración de acuerdos internacionales de paz y colaboración, lo que hace es precisamente buscar la paz apoyada en los tres tipos de pacifismo de manera simultánea. Así que ¡adhiera a ella y apoye todo pacifismo!

Si no fue al Coloquio, no se preocupe, igual puede conocer más precisiones de la propuesta de Agustín Squella revisando las últimas páginas de su libro “¿Qué es el Derecho?” editado por la Editorial Jurídica de Chile. Disfrútelo.



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1 Response to "¡Apoyemos todo pacifismo!"

  1. NicoSantander says:
    9 de julio de 2009, 22:43

    Grande Squella! Estuvo buenísimo el coloquio!

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Así va la Marcha